Un encuentro con la realidad,
jamás es bien recibido.
Un momento sin avisar,
siempre anuncia un desafío...
El corazón tiene un deseo,
la mente impone motivos,
y cuando se ponen de acuerdo,
entonces llega el destino...
Podemos tener una meta,
podemos luchar por un fin,
pero las anchas grietas,
las que irrumpen sin avisar,
serán las que nuestro camino,
acabarán por moldear...
No existe razón alguna,
para romper a llorar,
ni ante los pasos escritos,
estamos obligados a callar,
por eso recuerda el motivo,
el deseo que te hizo soñar,
y a las grietas del camino,
sonríeles al pasar...
que lo que nos llena por dentro,
será nuestra vida al final...
JCG 2006